COMO SI HUBIERA ALGUNA MANERA DE QUE YO PUDIERA ESTAR SIN NECESITARTE.

jueves, 27 de abril de 2017

Autoconstrucción.

No voy a escribir de ti.
De poco me serviría repetir que quiero dejar de quererte, pero que me es imposible no querer todo lo querido.
De nada me valdría mostrarte el vacío de mi risa, ni la lluvia de mis pestañas.
Podría darte todos mis pedazos, y ofrecértelos como rompecabezas.
Pero no cambiaría nada.
Porque hoy es jueves, y ayer fue miércoles, y nada más.
De siete días a la semana, ocho agradezco el segundo después de despertar, sin sentir esa presión en el pecho.
Pero hoy no voy a escribir de ti.
Y verás, me he visto feliz y me ha dado miedo.
Me ha faltado el aire, y no ha sido por tu recuerdo.
Me ha dolido la boca, y no ha sido por la ausencia de tus besos.
El viento me ha rozado la cara, y he disfrutado de su caricia.
He tenido miedo.
Tengo miedo.
Porque cuando te fuíste, me llevaste contigo, dejándome sola.
Porque eché de menos verme reír, oír mi alegría. 
Eché de menos todo aquello que dijimos de ser, y que no seremos.
Pero hoy, he sentido como renazco.
Me he visto reconstruirme, y me he gustado.
Me he visto empezar la casa por el tejado una y otra vez, porque quise llamarte hogar, y fuiste demolición.
Sigo buscando algunos de mis pedazos, creo que están escondidos, por si algún día vuelves con la excusa de haberlos encontrado y decides volver a juntar las piezas.
Pero no.
Me siento incompleta, pero me siento yo.
Joder, cómo asusta verme capaz de todo, hasta capaz de mi.
Qué miedo me doy.
Qué miedo me tengo.
Y es que hoy he sido feliz, y por eso no voy a hablar de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario