No he llegado a sentir nada parecido, nada que me haga sentir igual, que me haga volar como cuando tus dedos recorren mi espalda y tu boca mi cuello.
Podría decir que de siempre's
Y es cierto, no puedo pedirte lo eterno si no podemos ser inmortales.
Pero te pido mi presente, y te lo pido todos los días de mi vida.
Porque me encanta despertar oliendo a ti, con un gran par de ojeras ya que apenas me has dejado dormir al escuchar tu respiración en mi oído, entre otras cosas.
Apoyarme en tu pecho, cerras los ojos y notar el latido de tu corazón, acariciarte y sentir como se va acelerando, sentir que no hay nada más.
Los te quiero a mitad de cada beso, y las sonrisas junto con miradas cómplices que lo dicen todo en cuestión de un segundo.
El creer que jamás tendré nada que pueda acercarse a esto, creer que va a ser tan único, especial, que va a durar hasta mi último suspiro.
El que sepas que yo curo más que todo lo que puedas respirar.
Que no me quieras soltar nunca, y los no te vayas en el oído que hace que se me caiga el alma al suelo cada vez que dejo de sentir tu piel.
Que sí joder, que historias como esta hay muchas.
Pero no sé.
Tal vez el saber que me quiere, que me quiere bien, haga que me sienta diferente al resto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario