Que las buenas noches y los buenos días entre tus sabanas me parecían más que perfectas, y ahora bueno, mi cama está demasiado vacía y mis labios demasiado secos.
Si los lunes cuestan, los martes imposible sin tu voz, y sigo viva, con ganas de querer quererte, porque lo necesito.
Necesito ser feliz, y que me hagas sonreír a mitad de un beso, y las cosquillas cuando me haces rabiar y no sabes que hacer para que entre en tu juego.
El comer(nos) en cualquier parte, y los te quiero en voz baja empiezan a formar parte de esto a lo que se le llama rutina.
Despertarme con mas ganas de ti de las que me acosté empieza a ser la mayor tortura que conozco, y el no saber hasta cuando tus manos no volverán a recorrer mi mejilla se me hace insufrible.
Porque llegará el día en el que necesite de tu aliento para respirar, y de tu ayuda para poder mantenerme en pie.
Que si no te tengo reviento, que sin ti mi mundo empieza a estar incompleto.
Que me recompongas con cada suspiro y que en cada mirada salten chispas; eso quiero.
Despertarme con mas ganas de ti de las que me acosté empieza a ser la mayor tortura que conozco, y el no saber hasta cuando tus manos no volverán a recorrer mi mejilla se me hace insufrible.
Porque llegará el día en el que necesite de tu aliento para respirar, y de tu ayuda para poder mantenerme en pie.
Que si no te tengo reviento, que sin ti mi mundo empieza a estar incompleto.
Que me recompongas con cada suspiro y que en cada mirada salten chispas; eso quiero.
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