Dando las buenas noches a lo tonto y descubriendo que el placer puede estar en un simple chupa-chups de coca-cola.
No he llegado a perderme en la inmensidad de tus abrazos y eso me hace sentirme pequeña, pero no tanto como tus ojos (esos de forma indescriptible).
Empiezo a soñar con tu olor en cualquier parte del mundo y me duele tanto esto de no tenerte.
Que la distancia cero es la que mas mata y las sonrisas sin nombres me perturban hasta más no poder.
No voy a hablar de últimas conexiones ni de en lineas porque a mi eso me da igual.
Voy a hablar de todas las veces que me has hecho reír y de todas las lágrimas que me has secado, de todas las deudas que te debo y todas las vidas que voy a necesitar para saciarlas, de tu capacidad para hacer todo sin que sea nada y de lo mucho que te odio. Porque alguien me dijo una vez que odiar es el sentimiento más fuerte, el más especial. Porque puedes querer a muchas personas, pero odiar solo a unas pocas.
No se lo que eres, ni a que vienes, porque no aguanto más así. Ni contigo ni sin ti.
Porque estoy harta de esperar, ya he desesperado muchas veces.
Y del miedo, que si alguien vive con miedo, al final acabara por no tener vida y a mi, me queda mucha por delante.
Tal vez te odie y te quiera, así, a lo tonto.
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