De fondo el sonido de la banda sonora de una película de amor, una de esas para estar acorde con el tiempo.
Coge una palomita y se la mete en la boca, la saborea, mastica y traga. No está pendiente de la película, tiene la mirada perdida, unas lágrimas están brotando de sus ojos,
Opta por dejar el recipiente encima de la mesa, se pone en pie y se dirige al aseo, se mira en el espejo, no le gusta lo que ve. Las lágrimas descienden mas rápidamente, no puede parar, se siente confusa,
Va a su cuarto, ve aquella foto echa un día de frío, un día como ese, un día en el que los te quieros abundaban.
Tiene esa necesidad, esas ganas de él, le echa de menos de todas las formas posibles.
Está cansada, piensa que ya no tiene fuerzas, y aun así es fuerte, se levanta y sonríe.
Se vuelve a mirar en el espejo, sigue llorando, sigue sin gustarle lo que ve.
Piensa en todas aquellas sonrisas que le había regalado, esos te quiero que no le había llegado a decir, esos abrazos que parecían ser sinceros y esos besos que no se llegaron a dar, nunca, hasta la palabra revienta.
Se promete así misma que a partir de ahora todo va a cambiar.
Vuelve al sofá, sigue viendo la película, se mete otra palomita en la boca, esta más salada que las demás, pues las lágrimas siguen ahí.
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