Cacao mental;

con un poco de desesperación, tristeza y una cucharada de amargura.

No sé que pensar, no tengo ni idea de que hacer, últimamente no estoy donde tengo que estar, mas bien no estoy en ningún lado.
Haces que me confunda tan rápido, hay días en los que ni recuerdo todo lo que hemos vivido, días que me entran unas ganas enormes de comerme el mundo, unas ganas de saltar y gritar estoy bien, sin ti; y en cambio, la mayor parte de los días estoy fingiendo medias sonrisas, intentando aparentar lo menos posible lo mucho que te necesito, lo mucho que añoro el pasado, y lo ansiosa que estoy por un futuro juntos.
Es una estupidez pensar que alguien me volverá a hacer sentir lo que sentía cuando estábamos juntos, y aun así lo intento, intento pasar página, pasar capítulo, incluso libro, pero cada vez que lo intento, cuando me queda poco para conseguirlo, no puedo evitar sonreír al recordar todos esos besos, esos que nunca nos dimos, esos que aun así, echo de menos, tanto como tus abrazos, como el olor de tu piel por las mañanas, o al terminar el día, tanto como esos te quiero que me decías sin haberme dado tiempo a mirar el chat, tanto como esos susurros al oído que me ponían los pelos de punta, esos pequeños mordiscos en el cuello acompañados de risas y te quieros, todo eso y más, es lo que compone mi vida y sin eso, estoy completamente vacía.
Intento pensar que es mejor así, que de la otra manera no íbamos a ninguna parte, pero es que yo no quiero ir hacia ningún lado, yo solo quería estar contigo, sin movernos, me daba igual, juntos y punto.
Me gustaría decir que me retiro, pero creo que ganaste esta mierda de juego hace tiempo.