COMO SI HUBIERA ALGUNA MANERA DE QUE YO PUDIERA ESTAR SIN NECESITARTE.

miércoles, 26 de junio de 2013

Pequeña;

Hoy vengo a decirte todo lo que he callado durante este tiempo. Este tiempo en el que he sido la persona más feliz del mundo.
Quiero decirte que al principio tuve miedo, me daba miedo eso de ser feliz. Verás, nunca he estado acostumbrado a serlo y de repente llegas tú, con esa sonrisa traviesa y tu falda de colegiala y me rompes todos los esquemas. Estando a tu lado he tenido mil y una veces la felicidad en la palma de mi mano, y nunca me he fiado, ni de ti, ni de mi, ni de un nosotros.
No soy complicado, solo un cobarde.
He tenido infinitas dudas e infinitos temores y siempre has estado ahí, ofreciéndome un cigarro de menta (aun que odias el tabaco) para escuchar todos y cada uno de mis tormentos.
Juré que iba a ir a por ti sin pensármelo dos veces.
 Me tiré desde el puto Everest como un kamikaze, pero me di cuenta de que no se puede ser un kamikaze con el casco puesto.
Hice que te comieses hasta la última uña de tus manos, te puse nerviosa durante semanas sin llegar a dar señales de vida.
Hasta que me di cuenta que yo no podía saltar solo, y de que el casco, ese puto casco que me impedía ser feliz, me lo tenías que quitar tú. Con los dientes. Y después comernos a besos en tu portal. Y equivocarme cada mañana en la salida de la rotonda y ya de paso pasarte a buscar para llevarte al instituto.
Puede, sólo puede, que exista esa pequeña posibilidad de que me haya enamorado de ti.
Y de tus dudas, porque me da igual que las tengas. Me da igual todo.
Porque después de todo, me has enseñado a querer, me has enseñado que nunca se puede estar seguro de nada si no arriesgas. Y que jamás ganarás a la chica guapa de la película con un chaleco anti-balas.
Que me destroces el corazón si quieres, porque este vuelve a las andadas, pequeña de la dudas infinitas.

http://www.youtube.com/watch?v=rU-MMv13l-Q

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