El corazón no cambia de opinión.

Lo he intentado por segunda vez, por tercera, cuarta quinta y así hasta la millonésima vez que he intentado olvidarte y no puedo, no me dejas.
He tenido oportunidades de comprobar eso de un clavo saca a otro clavo, y no, no lo he echo, ¿para qué?
Si, sé que te quiero y que quiero olvidarte, pero entiende que no quiero perderte, por muy mal que lo pase,  entiende que te quiero tener cerca las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, entiende que yo, no puedo cansarme de ti.
Bueno, no es tu caso, tu me tienes mas que vista, me tienes mas que odiada, mas que repugnada, resumo al decir que tu, me tienes como polvo bajo la almohada.
Sabes que siempre estaré ahí, y un siempre se me queda corto, por que a ti, todo se te queda corto.
Estoy cansada del dolor que siento cada puto día, es algo peor que cristales es mi cabeza y aun así mira mis dientes, siempre fuera, ya no lloro, ¿tan raro te parece?
Puede ser, me lo parece hasta a mi, pero el ama me guía, voy a escaparme de todo y a aislarme en vacío.
Todo sigue, y asumo que dejé escapar lo mejor que tenia, el chico con la mejor de las sonrisas.
De pie, con la cabeza arriba, y una media sonrisa asumo que que te vas, y que te va  a ir bien, que no me vas a recordar, que me dejaras de querer, que esto que se ha quedado como amistad, solo será una etapa más.
Va a ser mucho tiempo, demasiado, y me va a ser irresistible no echarte de menos.
Que todo lo que tengo para contarte es un te quiero.